Search
Close this search box.

Publicidad o PR: cuándo usar cada una (y por qué tu estrategia necesita ambas)

En el mundo de la comunicación corporativa, aún existe una confusión frecuente: ¿son lo mismo las relaciones públicas y la publicidad? Aunque ambas disciplinas buscan influir en la percepción del público, sus enfoques, herramientas y resultados son completamente distintos. Entender estas diferencias no es solo una cuestión teórica, sino una necesidad práctica para diseñar estrategias sostenibles, auténticas y efectivas.

Dos caminos, dos lógicas

Publicidad es lo que una empresa paga para decir sobre sí misma. Relaciones públicas, en cambio, es lo que logra que otros hablen bien de ella.

La publicidad utiliza espacios pagados: anuncios en medios, banners, spots, campañas digitales. Es directa, controlada y busca resultados medibles a corto plazo. Las relaciones públicas trabajan sobre la credibilidad y la construcción de confianza: gestión de prensa, vocerías, relacionamiento con stakeholders, manejo de crisis, reputación y narrativa institucional.

Ambas pueden convivir, pero no reemplazarse. Una marca puede tener un comercial impactante, pero si enfrenta una crisis de reputación mal gestionada, ningún spot podrá contener el daño.

¿Qué diferencia hace en la práctica?

Un ejemplo claro: cuando una startup tecnológica lanza un nuevo servicio, puede hacerlo desde dos frentes. Por un lado, crea una campaña publicitaria en redes sociales para captar usuarios. Por otro, activa una estrategia de relaciones públicas que incluye entrevistas en medios, voceros expertos y eventos con líderes de opinión.

El anuncio llama la atención. La vocería construye credibilidad. Ambos impactan, pero desde ángulos diferentes.

Otro caso: una conocida marca de bebidas impulsó hace poco una campaña con influencers para reforzar su imagen entre públicos jóvenes. Sin embargo, tras una controversia por sus prácticas medioambientales, su imagen se vio afectada. ¿Qué ayudó a contener el daño? Una estrategia de relaciones públicas que incluyó disculpas públicas, entrevistas con directivos, y compromisos ambientales verificados por terceros. La credibilidad no se paga: se gestiona.

La estrategia necesita claridad

Uno de los errores más comunes en comunicación es esperar que una campaña de publicidad resuelva lo que solo una estrategia de relaciones públicas puede abordar. Las relaciones públicas no tienen un botón de «pagar y aparecer», porque trabajan sobre activos intangibles: confianza, coherencia, reputación, propósito. Su impacto no siempre es inmediato, pero sí más perdurable.

La clave está en saber cuándo usar una, la otra, o ambas en sinergia. Publicidad para impulsar una promoción. Relaciones públicas para explicar por qué la empresa decidió lanzarla. Publicidad para visibilidad. Relaciones públicas para legitimidad.

En Aral Comunicaciones lo tenemos claro

Sabemos que las marcas que crecen de forma sostenible son aquellas que no solo se anuncian, sino que también construyen relaciones. Por eso diseñamos estrategias de comunicación que integran lo mejor de ambos mundos: mensajes potentes y coherencia institucional, campañas creativas y vocerías confiables, narrativa publicitaria y reputación sólida.

Porque al final del día, no se trata solo de que te vean, sino de que crean en ti

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Directora Ejecutiva
Aral